Debutó en el cine X en 1979 en "Never a Tender Moment", de Artie Mitchell, y su carrera fue avanzando sin hacer mucho ruido en pequeños papeles. Su primera película importante fue "Nothig to Hide" de Anthony Spinelli, que tras desligarse de Jerry Ross no pudo hacer que "Nothing to Hide" fuera la secuela oficial de "Talk Dirty to Me", lo que le hubiera dado una mayor publicidad. Sin embargo, "Nothing to Hide" también se convirtió en una franquicia y, aunque Erica no estuvo en las siguientes entregas, ya había participado en una gran película. Participó también, irónicamente, en "Aunt Peg's Fulfillment", una de las secuelas de la saga de Juliet Anderson.
Por desgracia, la actualidad me hace escribir otro obituario. Erica Boyer murió la pasada noche de fin de año en un accidente de coche. Fue un accidente fortuito: un coche la atropelló cuando ella cruzaba la calzada. La noticia ha trascendido a los medios recientemente, que se han hecho eco de la muerte de esta actriz X que desarrolló la práctica totalidad de su carrera en la década de los 80.
"Body Girls" de Bob Chinn, "Young Girls Do" (una suerte de pseudo biopic con sus experiencias reales de juventud), "Every Woman has a Fantasy", "Holly Does Hollywood" (junto a Christy Canyon, Tracy Lords o Amber Lynn) o la saga "Sex Asylum" son algunas de sus películas más destacadas en los 80; aunque, para que negarlo ahora, Erica jamás logró destacar entre sus contemporaneas como lo hicieron muchas de sus compañeras de reparto. Su último papel fue en el filme de Veronica Hart "Dark Chambers" (1999), junto a Asia Carrera y Marilyn Chambers.
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